Las Misteriosas Caras Negras De La Virgen
Por Ella Rozett, traducion por Jesús Ángel Gomollón Garcia*
Para muchos cristianos María es la Madre Celestial de todos, y como una buena madre, trata de satisfacer todas las necesidades de sus hijos. Especialmente como una misteriosa “Virgen Negra” permite a la gente proyectar sus esperanzas, deseos y necesidades sobre ella, sólo para atraerlos más profundamente a los misterios divinos.
Ella desempeña muchos papeles para tipos de personas muy diferentes. Es la heredera de los tronos de las diosas preCristianas. Es la novia del Dios Cristiano, la novia en el Cantar de los Cantares, que representa a todas las almas que buscan la unión con lo Divino y dice: “Soy negra pero bella” (1:5). Es una rebelde contra lo establecido, una terapeuta divina, una guía espiritual. Como arquetipo de la Madre Negra es una amiga de los oprimidos y reconciliadora de todas las razas. Es una sanadora de todas las enfermedades y una guía y acompañante en la hora de la muerte. Es la ayudante de Cristo, tornada negra por llevar nuestros pecados junto con él. Merece la pena investigar todos estos papeles.
Definición
¿Qué son exactamente las Vírgenes Negras? ¡Buena pregunta! Algunas son imágenes de María, la Madre de Jesús, que la representan con un tono de piel negro, mientras que sus ornamentos son coloreados. Otras están hechas enteramente de metal o madera ennegrecidos. Y otras simplemente están oscurecidas con pátina, el proceso normal de envejecimiento que sufre todo el arte y mobiliario antiguos. Pero mientras incontables estatuas muy viejas son oscuras, sólo algunas de ellas han sido honradas con el título especial de “Madonna Negra”, “Virgen Negra” o “Madre Negra de Dios”.
Este título es una invención Católica, desconocido en las Iglesias Ortodoxas y Protestantes, aunque no en la Iglesia Anglicana. Incluso en las raras ocasiones en que los Cristianos Ortodoxos reverencian a una Madonna Negra Católica, le dan un título diferente, e.g., Nuestra Señora de Loreto es conocida en la Iglesia Rusa Ortodoxa como “Crecimiento de la Razón”, porque es invocada especialmente para ayudar con la fortaleza mental. (Véase “Una mirada razonable al ‘Icono del crecimiento de la Razón’).
Tradicionalmente, una Virgen Negra auténtica no es algo que uno pueda simplemente producir, es algo que le sucede a una comunidad cuando el Cielo ordena que sea así. Incontables leyendas maravillosas cuentan de los orígenes sagrados o milagrosos de estas imágenes. Más de treinta se dice que fueron creadas por el evangelista Lucas, otras fueron presentadas a personas humanas por ángeles o la Virgen María misma; muchas fueron encontradas cuando personas sencillas o incluso el ganado, guiados por fuerzas divinas; descubrieron estatuas escondidas en la tierra, en fuentes o en los árboles.
Es preciso realizar más investigaciones para establecer cómo ha funcionado a través de los siglos el proceso de darle a una estatua oscura el título oficial de “Virgen Negra”, pero parece ser un movimiento de base. Pienso que, al igual que en la Iglesia Católica los fieles aclaman generalmente a una persona como santa mucho antes de que la Iglesia le dé su sello oficial de aprobación, del mismo modo, generalmente milagroso, las Madonnas oscuras son aclamadas como Negras, primero por la gente sencilla y después por toda la iglesia.
Una vez que a una comunidad se le ha dado el privilegio divino de una Virgen Negra, no suelen dejarlo escapar. Si la imagen es destruida, la remplazan, dándole a la nueva estatua el mismo nombre y título y atribuyéndole los mismos poderes milagrosos. Incluso si ha sido blanqueada en un desacertado esfuerzo por restaurarla a un estado de belleza anterior, la gente a menudo continúa llamándola Negra.
El único modo para una comunidad de llegar a tener una Virgen Negra, cuando el cielo no ha provisto ese don, es hacer lo que se llama una “copia” de una de las famosas Madres Oscuras. A menudo estas obras son variaciones sobre un tema, más que copias. Parece ser que se las etiqueta como copias porque necesitan al original para garantizar poder espiritual y como justificación para crear una Virgen Negra. Algunas veces incluso son enviadas a pasar algún tiempo junto a la estatua original, para ser imbuidas por su poder espiritual. Por ejemplo, la Virgen Negra de Rumburk, en la República Checa, una copia de Nuestra Señora de Loreto, pasó una semana en la Casa Sagrada de Loreto (ver más abajo) imbuyéndose la gracia y la identidad de su estatua madre. Otras copias, como la Virgen Negra de Riegelsberg, se hace que toquen tres veces al original, son vestidas con su manto y ornamentos y tienen reliquias asociadas con la original insertadas en ellas.
La gran pregunta es ¿Por qué quiere la gente una figura de una Madre Negra?. Antes de responder, echemos un vistazo a las características de las Vírgenes Negras.
Características de las Vírgenes Negras
Los estudiosos franceses suelen definir sólo un tipo de Mandonna oscura como “auténticamente negra”: las primeras Vírgenes Negras (como las llaman los franceses) en Europa Occidental, fueron concebidas con tono negro desde el principio. Según Jacques Huynen comparten trece características (“l’Enigme des Vierges Noires”-El enigma de las Vírgenes Negras-, Ediciones Jean-Michel Garnier, Chartres pp. 31-6).
1) Son de estilo Románico, esculpidas en madera durante los siglos XII y XIII. Por lo que sabemos no se esculpieron Madonnas Negras francesas hasta los años 1100, y no se menciona ninguna en la literatura hasta los 1500.
2) Están retratadas en la postura llamada “Majestad” o “Trono de Sabiduría”. Es decir, María está sentada en un trono con un respaldo bajo, sostiene un niño Jesús sobre sus rodillas; ambos miran de frente hacia adelante – no hay ojos mirando hacia abajo recatadamente. En el lenguaje del simbolismo medieval, esto significa que María es el trono de Jesús, el Trono de la Sabiduría. De su regazo brota sabiduría y poder. Es representada como la encarnación Cristiana de la Señora de la Sabiduría, un personaje descrito en la Biblia Hebrea (el Antiguo Testamento), como la primera compañía o el rostro femenino de Dios, a través del cual atrae a la gente hacia él mismo. Mucho de lo que el Antiguo Testamento dice sobre Sabiduría, se atribuye posteriormente al Espíritu Santo y a Cristo. He aquí algunos extractos del Libro de la Sabiduría, capítulos 7-9.
“Conozco lo escondido y lo patente, pues me lo enseñó la sabiduría, artífice de todo. Pues hay en ella un espíritu inteligente, santo, único, ……., omnipotente, que lo observa todo, que penetra todos los espíritus, ….., pues por su pureza atraviesa y penetra todas las cosas. Es un hálito del poder de Dios, un destello puro de la gloria del Todopoderoso. Es reflejo de la luz eterna, espejo nítido de la acción de Dios e imagen de su bondad. Aun siendo una, todo lo puede; y, sin cambiar en nada, todo lo renueva; se comunica a las almas de cada generación y las convierte en amigos de Dios y los profetas….. ” (7.21-27); “Alcanza con vigor de un confín a otro confín y gobierna todo con benignidad” (8.1). “Contigo (Dios) está la Sabiduría, que conoce tus obras, que estaba presente cuando hiciste el universo” (9.9)
Trono de la Sabiduría también era uno de los títulos de la diosa egipcia Isis, que al igual que María, es retratada a menudo con su hijo, Horus, en su regazo. María comparte los títulos de muchas otras diosas como Reina del Cielo, Estrella de los Mares, Estrella de la Mañana, etc. Uno de sus títulos más interesantes, reminiscencia de su identificación con la Señora de la Sabiduría, el rostro femenino de Dios, es Adonai, que en Hebreo quiere decir Señor Dios. Hay un fresco oscuro del siglo III de la Madonna con niño en Brucoli, Sicilia, conocido como Madonna Adonai, Santa María Adonai, Santísima Madre Adonai, o simplemente Adonai (véase: Mary Beth Moser, “Honoring Darkness: Exploring the Power of Black Madonnas in Italy”,-Honrando la oscuridad: explorando el poder de las Madonnas Negras en Italia- Dea Madre Publishing, p.105).
3) Sus expresiones faciales no son tiernas y compasivas como las de las imágenes Marianas posteriores, sino nobles, distantes y soberanas. Representan una majestad divina mucho más allá del dominio humano del sufrimiento.
4) Huyen cree que se dio mucho más cuidado a los rasgos de la madre que a los del niño. Yo no estoy de acuerdo.
5) Los colores de sus vestidos eran originalmente blanco, rojo y azul con franjas doradas, aunque pueden haberse cambiado durante las restauraciones.
Estos colores eran importantes en la alquimia, una disciplina antigua practicada en todas las grandes civilizaciones. Esta disciplina buscaba transformar el conocimiento. La meta era transformar plomo en oro, enfermedad en salud perfecta, ignorancia en sabiduría, y humanos en Dios. (Recuérdese que el Catecismo de la Iglesia Católica todavía lista la “divinización del hombre como meta de Jesús”. Véase el índice de temas y el párrafo 460).
Las Madonnas Negras eran el símbolo de esta última meta, perseguida en la Gran Obra (opus magnum), que tenía tres fases:
I. El Ennegrecimiento , o el Sol Negro (nigredo, sol niger). Aquí es donde todas las impurezas de la materia prima (el ser humano ordinario) se queman hasta que se vuelven negras. Esta negrura representa la muerte y pudrimiento del viejo yo falso. En las Madonnas Negras se representa no sólo por su piel negra, sino también por el azúl oscuro de sus vestidos – azul oscuro como el cielo de la noche.
II. El Blanqueado (albedo) es la fase donde las almas se espiritualizan e iluminan.
III. El Enrojecimiento (rubedo) es el color del “fuego secreto” que une lo humano y lo divino, lo limitado y lo ilimitado.
Habiendo pasado por estos tres estados, el plomo se convertiría en oro y un humano en Dios. La Madre María, como la primera alma humana en haber sufrido esta transformación, es adornada con franjas de oro y joyería. Por eso, una Madonna Negra, vestida de azul oscuro, rojo y blanco, y decorada con oro, retrata el proceso completo de la evolución espiritual.
6) Los originales usualmente medían 70 centímetros de altura, 30 cm de anchura y 30 cm de profundidad, con pequeñas variaciones resultantes de las diferentes alturas de los pedestales y los peinados. Esta proporción 7:3 es un eco de la numerología sagrada que se remonta a tiempos pre-Cristianos. En el contexto Cristiano habla de la unión de Dios (las tres personas de la trinidad) y su creación (hecha en 7 días). Ninguna otra estatua Cristiana comparte tal regla en lo que concierne a sus proporciones. Las representaciones románicas de Cristo y otros santos muestran todas tamaños diferentes. De aquí que la Reina del Cielo con su proporción 7:3 puede encarnar lo divino y su creación.
7) Fueron preservadas en lugares que eran sagrados incluso antes de la Cristiandad, sitios paganos sagrados y “lugares de poder” naturales, de intercambio entre el cielo y la tierra.
Un ejemplo importante es Nuestra Señora de Oropa. La tradición cuenta que San Eusebio (martirizado en 371 A.D.), guiado por inspiración divina, encontró esta estatua en Jerusalén, enterrada entre ruinas antiguas. La llevó a Italia y la instaló en una cueva que era un lugar sagrado pre-Cristiano, para dar fin a las prácticas paganas locales. Los bosques de alrededor estaban consagrados a Apolo y las grandes piedras a distintas diosas. Aparentemente Nuestra Señora quedó muy apegada a este lugar sagrado. Cuanto un grupo de monjes trató de moverla media milla, entonces la estatua de madera de tres pies de alto, se volvió tan pesada que nadie pudo moverla hasta que decidieron regresarla a la cueva.
Se cree que el Evangelista Lucas esculpió esta estatua. Ha obrado tantos milagros y se ha hecho tan importante a los Italianos que cuatro Papas la han coronado. De aquí las tres coronas y el halo tachonado con estrellas de diamantes. (Para más información ver: Academia de la Inmaculada: “Marian Shrines of Italy” -Santuarios Marianos de Italia- New Bedford, USA, 2000 pp.82-86).
8) Todas tienen algún tipo de conexión al este del Oriente Próximo, i. e., la Tierra Santa o sus vecinos, como Egipto, Siria, Etiopía, etc. De muchas se dice que fueron esculpidas o pintadas por Lucas, o si no, haber sido traídas a Europa Occidental por un cruzado, preferiblemente de ascendencia real.
La mayoría de estas reivindicaciones parecen haber sido inventadas como un modo de legitimizar y proteger las imágenes de los intentos recurrentes de forzar el cumplimiento del mandamiento: “No te harás ninguna imagen o semejanza de lo que…” (Éxodo 20.4-6)
El sentimiento era que si estas estatuas e iconos provenían de la cuna de la Cristiandad y si alguna tenía una conexión directa con los discípulos de Jesús (incluso si recordaban a imágenes paganas), entonces seguramente Dios debe haber revocado su prohibición del antiguo testamento contra las imágenes.
9) Se convirtieron en lugares favorecidos para la peregrinación. Muchos eran famosas paradas en el camino a Santiago de Compostela o representaban destinos alternativos para aquellos que no podían llegar tan lejos como España.
10) Sus santuarios tienen todos una conexión ya sea con los Benedictinos, los Cistercienses o los Caballeros Templarios. Estas tres órdenes estaban fuertemente influenciadas por San Bernardo (1090-1153), el hombre que fue un instrumento para el establecimiento de un culto popular extendido y fervoroso hacia María. Él tenía una relación muy especial con su propia Madonna Negra (Véase Chatillion-sur-Seine en el índice para los detalles.)
11) En sus santuarios se encontraron símbolos de iniciación esotérica. Cuando éstos han sido detruidos, aparecen pistas ocultas en las leyendas que describen cómo llegaron a Francia. “Iniciación Esotérica” denota todas las enseñanzas y prácticas que pretendían llevar al conocimiento divino, la unión mística o la visión directa de Dios. Una vez que el alma estaba purificada hasta tal grado en el que podía ver a Dios, la iluminación suprema haría posible abarcar todas las clases de conocimiento y manejarlo de una forma responsable. La conciencia medieval no separaba el conocimiento místico, científico, filosófico y artístico. Todo él provenía de Dios y estaba para conducir de regreso a él. (Véase Jacque Huynen, l’Enigme des Vierges Noires, 41-9)
12) Son vistas como especialmente poderosas, i.e. milagrosas. Manifiestan su poder milagroso apareciéndose y/o mediante la concesión de gracias.
13) Se les ofrecen rituales inusuales que la tradición Católica no puede explicar. E.g. quemar una rueda de fuego como ofrenda hacia ellas, o lavarlas con vino, o llevarlas en procesión hasta alguna roca fuera de la iglesia u ofrecerles velas verdes.
Datos adicionales
Hay menos de 50 de estas primeras Madonnas Negras.
Los estudiosos americanos no tienen criterios claros sobre lo que constituye una Madonna Negra. Simplemente admiten todas las que reclaman serlo, por lo menos 450 en todo el globo, y con la cuenta aumentando. Yo creo que hay muchas más. En 1991 Miguel Ballbè i Boada publicó dos volúmenes titulados “Las Vírgenes Negras y Morenas en España”, con una edición limitada. El lista 225 sólo en España.
Hay informes de Madonnas Negras en Bélgica, Brasil, Croacia, República Checa, Ecuador, España, Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra, Francia, Alemania, Hungría, Irlanda, Italia, Lituania, Luxemburgo, Malta, México, Polonia, Portugal, Rumanía, Suiza, (para una lista exhaustiva de estatuas véase http://www.udayton.edu/mary/resources/blackm ). Se presentan en diferentes posturas, sentadas o de pie, con o sin niño Jesús. Pueden ser tan “jóvenes” como hasta del siglo XVI y aparecen en todos los tonos de marrón y negro.
Algunas Madonnas negras reflejan claramente la intención del artista de retratar una madre de color negro y el niño: las caras y manos de ambos son negras, mientras que las ropas están coloreadas de forma brillante. Con otras no está tan claro si alguien pretendía crear una “Madonna Negra”. A menudo parece ser que los creyentes la proclamaron como “negra” de forma bastante independiente a las intenciones del artista. Algunas son iconos Bizantinos cuya complexión es usualmente oscura, aproximadamente en concordancia con el tono real de piel de los Judíos Palestinos del siglo I. Algunas estatuas son oscuras porque están esculpidas en madera oscura o grabadas sobre un metal oscuro; piel y ropa son del mismo color, aunque las estatuas son envueltas a menudo en ropas de colores brillantes, lo que acentúa la oscuridad del material.
Nuestra Señora de Montserrat, España, se dice que tiene alguna conexión con Jerusalén y Santiago, el hermano de Jesús (Véase Peter Mullen, “Shrines of Our Lady” -Santuarios de Nuestra Señora” p.155)
La Virgen de Guadalupe apenas es oscura en absoluto, aunque los colores de la pintura pueden haberse decolorado a través de los sigulos. Los Mexicanos la llaman La Morenita, no tanto por el color de esta milagrosa pintura, sino por su color en la historia que hay detrás del cuadro. La Madre María se apareció a Juan Diego en la forma y vestido de una princesa Azteca de piel oscura diciendo “¿No soy yo una de vosotros?”. Pero entonces le dio un autoretrato de aquéllo en que se iba a convertir, una Madre Celestial mezcla de Azteca y Española, y la madre de sus hijos Mexicanos mestizos.
Muchas más Madonnas Negras fueron creadas, pero destruidas durante guerras religiosas, o están fuera de la vista pública, en propiedad privada. A algunas se ordenó por oficiales de la iglesia, que fuesen blanqueadas, en un esfuerzo para “embellecerlas”. Pero la gente, los fieles, no se han inmutado y continúan llamándolas negras.
Yo contaría como Negras, todas las Vírgenes a las que los devotos les han dado ese título, sin importar de qué color sea ella o por qué sea ella oscura, porque la cuestión principal es ¿Por qué la gente quiere y necesita considerar algunas Vírgenes como Negras? ¿Cuál es la necesidad espiritual, psicológica y política para una madre negra? Para responder a esta pregunta tenemos que mirar a la historia religiosa de Europa.
La Madre Tierra, Diosas Paganas y Vírgenes Negras
La mayoría de las Vírgenes Negras tienen una conexión fuerte con la Tierra. Se encontraron enterradas en ella (véase Guadalupe de Cáceres) o aparecieron en árboles (Telgte), cuevas (Montserrat), manantiales (Font-Romeu), en la cima de montañas (Dorres), junto a una roca sagrada (Le-Puy), y en la jungla (Costa Rica). A menudo fueron encontradas con la ayuda de animales que mostraron el camino (Olot). Y así el culto Pagano de la Madre Tierra se convirtió para los Cristianos en la proximidad a la creación sagrada de Dios, la madre naturaleza.
Uno puede preguntarse: cuando la Iglesia se apropió de objetos Paganos de veneración como árboles, cuevas, fuentes y rocas, ¿valoraba su santidad o era simplemente una táctica para poder controlarlos y borrarlos gradualmente de la conciencia de la gente?. Yo creo que ambas cosas. “La Iglesia” no es un monolito. Había clérigos que no tenían ningún respeto por nada Pagano, natural o femenino. Pero también había místicos que veían la divinidad en todo a su alrededor, y había (y hay) muchos que eran ambas cosas, místicos en privado pero en públido políticos y agentes del poder.
San Ambrosio (siglo IV), uno de los más influyentes Padres de la Iglesia, comparaba a María con la Tierra cuando decía “Así como Adán surgió de la Tierra virgen, así Cristo surgió de María Virgen” (“ex terra virgine Adam, Christus ex virgine.”). En la regla monástica de San Benedicto (480 – 547 A.D.) se hace una relación directa entre nuestra relación con la Tierra y con Dios. Se dice: “Los humanos deben cultivar la Tierra si quieren cultivar a Dios” (citado en Brigitte Romankiewicz, Die schwarze Madonna: Hintergründe einer Symbolgestalt,-La Madonna negra: trasfondos de una figura simbólica- p.31-2). Más tarde San Francisco (1181/1182 – 1226 A.D.) cantaría su amor por la Tierra, que era inseparable de su amor por Dios.
La mayoría de las veces la Iglesia no tenía prisa en deshacerse de fuentes, árboles y rocas sagradas, aunque de modo intermitente algunos se preocupaban por considerarlos “no Cristianos”. Por ejemplo, el emperador Carlomagno escribió en una carta en el año 789 A.D. “Por lo que respecta a los árboles, rocas y fuentes en cuya cercanía se prende la luz de algunas pobres almas, o practican otros ritos, ordenamos que estas costumbres, que pesan a Dios, sean completamente aniquiladas y desaparezcan” (Citado en el artículo de 2008 por M. Jean Hubot “Sources sacrées et sources saintes”-Fuentes sagradas y fuentes santas-, en la revista en línea “Persee, scientific journals” de la Université Lumière de Lyon and the Ministry of State for Higher Education.). Pero entonces la Virgen María, la Reina del Cielo, vino al rescate de la naturaleza sagrada diciendo “¡Al contrario!, Construidme una Iglesia Cristiana alrededor de esta roca sagrada” (e.g. en Le-Puy) “y cerca de esta fuente sanadora” (e.g. in Vassivière), “Y se apareció en un árbol, haciéndolo sagrado” (e.g. en Foggia), “y guió al ganado para encontrarla en la tierra” (e.g. en Lord).
Para poder seguir venerando los mismos árboles, fuentes y rocas antiguas que estaban consagradas a deidades Paganas, los Cristianos simplemente tenían que consagrarlas a santos Cristianos. Muchos lugares fueron bautizados, por así decir, en el nombre de María. ¿Por qué en su nombre en vez de en el nombre de Jesús?, Porque lo femenino siempre se ha visto como más conectado a la naturaleza y a la tierra, madre tierra, y padre cielo. (Reinhard Aill Farkas tiene una hermosa página web de lugares sagrados, fuentes, rocas y árboles, algunos consagrados a María y otros a santos Cristianos).
Así María vino a representar la tierra y toda la “nueva creación”, todo lo que fue redimido desde que ella dijo sí a recibir a Dios en su vientre. Como dice Stephen Benko: “En este hieros gamos [boda sagrada], María recibió el papel de la novia, como la “tierra virgen” que era, impregnada por la palabra de Dios, como símbolo de la Iglesia, la novia de Cristo, y como Reina del Cielo.” (Stephen Benko, “The Virgin Goddess: Studies in the Pagan and Christian Roots of Mariology” -La Diosa Virgen: Estudios sobre las Raíces Paganas y Cristianas de Mariología-, Leide: 1993, p. 264)
Durante siglos hubo una mezcla pacífica de culto Cristiano y natural. La situación se volvió precaria de nuevo con la reforma del siglo XVI, y la consiguiente “Ilustración” o “Edad de la razón”. En esa era, buena parte de la tradición Cristiana, con sus antiguas raíces pre-Cristianas, empezó a ridiculizarse como superstición y a ser eliminada.
Mientras que algunos Católicos consideran en cierto modo “herético” hablar de las raíces preCristianas de la devoción a la Madre María, muchos, especialmente clérigos europeos, no tienen ningún problema con esto en absoluto. Durante siglos, la Iglesia tuvo claro lo que significaba establecerse sobre los cimientos de sus predecesores “paganos”, que era como injertar una nueva rama en un tronco viejo. Los Cristianos sabían que necesitaban estas raíces viejas y las celebraban. E.g. tanto en Roma como en Asís se puede encontrar una iglesia llamada Santa Maria Sopre Minerva (Santa María sobre (la diosa) Minerva). A lo largo de todo el imperio Romano los templos se convertían en iglesias, las iglesias se construían encima de cimientos “paganos”, y cuando era posible, imágenes de diosas se convertían en Madonnas.
Sin ninguna vergüenza un sacerdote Alemán escribe sobre el origen de las Madonnas Negras: “En las partes del norte de África que fueron influenciadas por Egipto, las representaciones de Madonnas Negras tienen aparentemente una especial tradición. Los Cristianos Coptos. [i.e. Egipcios] y Etíopes reinterpretaron las comunes imágenes negras de Ceres [=Demetra], la diosa de la fecundidad y de Isis con su joven hijo Horus, como la Madre de Dios y su hijo Jesús” (Klaus-Peter Vosen, “Warum ist die Mutter Gottes schwarz?” -¿Por qué es la Madre de Dios negra?- , Mutabene Verlag, 2006, p.8).
Ahora bien, algunas de las diosas Pre-Cristianas más importantes a las que se rendía culto a la vez que a Cristo, abiertamente hasta el siglo VI, y de modo encubierto hasta el XI, están asociadas con el color negro. ¿Por qué?, si vamos hacia atrás hasta los tiempos prehistóricos, el negro era el símbolo de la Tierra y la Gran Madre, la fuente del cielo y de la Tierra. La tierra oscura es más fértil, de aquí que el negro sea el color de la fertilidad y del poder creativo. Pero las gentes antiguas sabían que quien tiene el poder de crear y traer la vida, también tiene el poder de destruir. (“El Señor da y el Señor quita, bendito el Nombre del Señor”, dice la Biblia en Job 1:21).
Haciéndose eco del título de la diosa, María es llamada “Puerta del Cielo” (e.g. en la Letanía de Loreto). Ella también es una puerta que se abre a los mundos de arriba y de abajo, porque la vida divina y la salvación en la forma de Jesucristo, vino a nuestro mundo a través de ella y nosotros, en respuesta, podemos entrar en el Cielo a través suyo.
Artemisa de Éfeso
Artemisa de Éfeso, era una de las diosas más poderosas de la antigüedad. Era una Madre Universal negra clásica, y era más antigua, más poderosa y más primaria que sus formas posteriores Griega y su equivalente Romana Diana. Su templo era uno de las siete maravillas del mundo y el edificio más grande del mundo construido enteramente de mármol. Su presencia inundaba la atmósfera de Éfeso, providencialmente también la ciudad donde vivió María después de la crucifixión de Jesús. (Véase: Donald Carroll, “Mary’s House: The Extraordinary story behind the Discovery of the House where the Virgin Mary Lived and Died”, Christian Classics, Allen, Texas: 2002; -La casa de María: la extraordinaria historia detrás del descubrimiento donde vivió y murió la Virgen María.). No parece una coincidencia en absoluto que fuera allí donde el Concilio de Éfeso en A.D. 431 proclamase a María “Madre de Dios”. Quizás un plan divino juntó a la Virgen María y una de las diosas más reverenciadas de su tiempo en un mismo lugar por algún propósito.
Cibeles
Cibeles surgió no lejos de Artemisa, como la forma Frigia de la “Gran Madre de los Dioses” y como otra de las diosas más viejas de Asia Menor. Su culto se remonta por lo menos hasta el periodo Neolítico de la edad de Piedra. Esto parece encajar porque era representada por una piedra, un meteorito negro.
Peter Lindegger, (citado en “Longing for Darkness: Tara and the Black Madonna”-Anhelo de la oscuridad: Tara y la Madonna Negra”, de China Galland, p.145) relaciona a Cibeles con Ishtar, la Reina del Cielo Sumerio-Babilonia, a la que los Israelíes rendían culto como Ashera (para gran disgusto de los profetas Bíblicos). En la forma de Cibeles, esta diosa se relaciona de forma más próxima con la muerte y el inframundo y es retratada con una cara negra.
La ciudad de Cibeles, que los Griegos llamaban Metrópolis, i.e. la ciudad de la Madre, estaba en Anatolia, hoy una parte de Turquía. Esta Madre de todos los Dioses, también era considerada Virgen. Es decir, se consideraba que podía dar a luz sin relaciones sexuales con un individuo masculino, y cuando de hecho mantenía relaciones sexuales, su virginidad era siempre restaurada después.
Parece haber una conexión entre Cibeles, también conocida como Kubaba, Kube o Kuba, y el santuario principal de los musulmanes, la Kaaba en Mecca, un enorme cubo gris oscuro cubierto con un paño negro de brocado. Su principal tesoro es otro meteorito negro, que ya era adorado mucho antes de Mahoma. Todo peregrino que puede, lo besa para el perdón de los pecados. Si la multitud de peregrinos es demasiado numerossa como para llegar hasta él, se le saluda desde lejos. Como las Madonnas negras, se dice de la piedra que se volvió negra por absorber los pecados de los fieles. Un musulmán me dijo que también es considerada como una especie de persona. La tradición afirma que la piedra aparecerá viva el Día del Juicio, y saludará a todos los que la saludaron, permitiéndoles, de ese modo, entrar en el paraíso.
Cuando a Roma le faltó una diosa madre poderosa, se trajo a Cibeles y desde entonces su influencia se esparció por el Imperio Romano. No fue en Asia Menor, sino en Grecia y en Roma donde Cibeles reinó (como la Virgen María) con su hijo, el dios Attis, quien (como Jesús) murió y resucitó.
Durante el concilio de Éfeso, en 431 C.E., la Virgen María heredó no sólo el título de Madre de Dios de las diosas pre-Cristianas, sino también todos los santuarios de Cibeles e Isis que habían sido cerrados por edicto Romano-Cristiano.
Algunas Madonnas Negras en Francia tienen relación con Cibeles. E.g., la leyenda de Nuestra Señora de los Milagros en Mauriac, cuenta los siguientos sucesos. En el año 507 A.D. una princesa Merovingia fue testigo desde lejos de una reunión alrededor de un dolmen, i.e. una piedra sagrada para los paganos. Cuando llegó al escenario todo lo que quedaba era una estatua guardada por dos leones de piedra. Como Cibeles era retratada normalmente con dos leones, el mensaje era claro: en aquellos tiempos de cambio, Cibeles y otras diosas iban a ser remplazadas por María la Madre de Dios y las piedras sagradas de las diosas iban a convertirse en estatuas sagradas de la Reina del Cielo.
Otro ejemplo de la influencia de Cibeles es la negra y volcánica “piedra de la fiebre” venerada hasta hoy en la Catedral de la Virgen Negra en Le-Puy-en-Velay, Francia. Se sabe que está relacionada con la era pre-Cristiana y se dice que tiene poderes curativos milagrosos. La leyenda dice que la misma Virgen María insistió en que se construyese un santuario alrededor de la piedra sagrada.
En la Edad Media, Cibeles se había convertido simplemente en otro nombre para la divinidad femenina, Nuestra Señora de la Sabiduría de la Biblia, o La Señora de la Filosofía de los alquimistas franceses. Más abajo vemos un relieve de los siglos XII-XIII llamado “Cibeles, filosofía” que está en la puerta oeste de Notre-Dame de Paris. Esta Señora Sabiduría, Cibeles, tiene sus pies sobre la tierra y su cabeza en las nueves. Sostiene dos libros, uno abierto y uno cerrado, símbolos del conocimiento exotérico y esotérico, o la sabiduría obtenida de los libros y de la oración y meditación internas. Apoyada sobre ella está “La escalera de Jacob” que representa el camino gradual del conocimiento de Dios que conduce a su cetro de la sabiduría y la unión divina.
“Cibeles, Filosofía” Notre Dame de Paris
Demetra y Perséfone
La diosa Greco-Roana Demetra era conocida por al menos 46 nombres y títulos a lo largo del Imperio Romano: Ceres (de donde proviene la palabra cereal), la Africana, y la Negra, son sólo tres de ellos.
Era la diosa que enseñaba a los humanos acerca de la agricultura, especialmente cómo cultivar granos y hacer pan, pero también se convirtió en Tesmofora, el legislador que dio a su gente sabias leyes. Al igual que Dioniso era el dios del vino, ella era la diosa del pan. Para este día, en ciertas fiestas, las mujeres Sicilianas decoraban algunos pueblos con esculturas de pan, y algunas veces mostraban abiertamente la conexión con Demetra, la diosa del pan. (Véase Susan Caperna Lloyd, No Pictures in My Grave: a Spiritual Journey in Sicily,-Sin imágenes en mi tumba: un viaje espiritual en Sicilia- Mercury House, San Francisco: 1992, chapter 10), el tipo de Madonna llamado Madonna con el traje de trigo, también se remonta a la diosa del Pan, Demetra. Para saber más véase Custonaci.
Cuando se piensa en Demetra siempre se hace en conjunción con su hija Perséfone (también conocida como Proserpina o Kore (la doncella) que fue raptada por Hares, el príncipe del inframundo. La enloquecida madre Demetra buscó a su hija en el cielo y en la tierra durante uno o dos años. Finalmente fue capaz de hacer un trato con el captor: la mitad del año Perséfone estaría con su madre en la tierra, y el mundo se regocijaría con la primavera y el verano, y la mitad del año viviría en el inframundo, trayendo tristeza, otoño e invierno a la tierra.
Relacionando los cambios de estaciones con este mito se consolida firmemente el tema de la madre divina en duelo por la pérdida de su hijo divino, a lo largo de todo el Imperio Romano. Encuentra su expresión hoy en día en las representaciones de María como la Madre Dolorosa o la Piedad, i.e. María con siete preocupaciones (espadas) atravesando su corazón, o María sosteniendo a su hijo muerto en su regazo. De la misma forma que Demetra era imaginada, especialmente por los Sicilianos, cubierta con un velo negro de luto, la Madre en duelo por Cristo se representa a menudo con una gran capa negra (Véase: Susan Caperna Lloyd, op. cit. y Miquel Ballbè i Boada “Las Vírgenes Negras y Morenas en España” Vol 1, Grafiques ISTER, Moia/Terrassa: 1991, p. 31).
Un profesor Alemán de teología me explicó una vez por qué Dios tiene que ser una trinidad. Es porque, para que Dios pueda ser todo, tiene que ser una cosa, su opuesto y aquello que transciende la cosa y su opuesto. Según Brigitte Romankiewicz, Demetra y su hija forman precisamente una trinidad de este tipo, en la que la madre da lugar a la inocente, “cara blanca” de su hija virgen, llamada Kore, la doncella. Entonces, la doncella blanca se convierte en la esposa de Hades, la reina del inframundo, y se pone la “cara negra” de la muerte. Así, el vientre (el uno) divino produce luz y oscuridad, vida y muerte, alegrías de verano y preocupaciones de invierno. (consúltese. Brigitte Romankiewicz “Die Schwarze Madonna” op. cit., p.88). La cara Negra de la Mandonna se convierte así en la guía en el inframundo (véase más abajo).
Diosas Celtas
La mayor parte de la gente piensa en los Celtas como los habitantes de Irlanda, Escocia, Gales y la provincia francesa de Bretaña. En realidad, entre los siglos VI y III antes de la era común, estaban asentados sobre toda Europa Central, llegando por el sur hasta Italia y España y por el Este hasta Frigia (en la actual Turquía), hogar de la Diosa Cibeles. Ellos comerciaban (lo que también implica intercambio de ideas) con los Griegos.
Como muchos dioses antiguos, las diosas Célticas eran holísticas, abarcaban todo; i.e. tenían un lado luminoso y un lado oscuro. Eran cielo y tierra, verano e invierno, enfermedad y sanación, vida y muerte, amor y guerra, creatividad y destrucción total, doncella joven y bella y bruja vieja, matriz y tumba. En cada una de estas actividades recibían un nombre distinto. Hasta qué punto uno veía todos estos nombre como caras de la misma diosa o como entidades separadas, dependía de la tribu, el clan o el individuo. (Los Celtas, decididamente, no estaban interesados en autoridades, instituciones o dogmas centralizados).
Uno de los nombres más viejos de la diosa de la tierra madre de Irlanda es Cailleach, “la que está velada” (reminiscencia del “Dios Desconocido”). Sus raíces se remontan a un tiempo anterior a que incluso los Celtas llegaran a Irlanda.
No sólo las feministas de la Nueva Era, sino también la buena vieja edición de 1969 de la Enciclopedia Britannica, citando investigaciones de las décadas de 1930 y 1940, en el artículo sobre “Mitología Celta”, hace la conexión entre Cailleachy Kali, la diosa Hindú de la Muerte y la Destrucción: “La gran madre” caballo mágico, representada con una sola pierna y empalada en una lanza de carro, sugiere conexiones entre los Escitas al norte del mar Negro, mientras que muchas de sus características son como las de la diosa Hindú Kali, que está asociada con la supervivencia de la hipogamia (criaturas mitológicas que eran en parte caballos) en Donegal en la edad media, parece pues probable que estas historias Irlandesas pertenezcan a una religión que se extendió desde alguna fuente desconocida más al oeste y más al sureste también, quizás hace 3000 años. ¿Qué es lo que hay a medio camino entre las Islas Británicas y la India? Iraq, quizás la cuna de nuestra civilización, quizás el país del “Jardín del Edén” descrito en la Biblia, y el lugar al que Estados Unidos en nuestros días ha traído tanta destrucción.
También se encuentra una evidencia que apoya la teoría de la posible influencia de Kali en los Celtas en el viejo nombre de Escocia. “Caledonia”, que podría ser interpretado como “tierra de Kali”.
Y Kali nos trae de vuelta a Francia, el país de la plenitud, cuando de habla de Madonnas Negras. Hay una estatua de una mujer negra en la cripta de una iglesia en St-Maries-de-la-Mer, a la que los gitanos (ellos mismos provenientes de India), veneran como su patrona. La llaman Sara la Kali, que algunos traducen como “Reina Kali”, aunque probablemente sería más correctamente traducido como “Sarah la Negra”, (Consultar Jacques Huynen, “L’Enigme des Vierges Noires”,-El enigma de las Vírgenes Negras- Chartres: editions Jean-Michael Garnier, 1994, p. 182). Después de todo, en Sánscrito (y según Huynen también en la lengua de los gitanos), la palabra Kali significa simplemente ‘La Negra’) , aunque, desde luego, en un contexto religioso denota una diosa negra específica o una reina negra en el espíritu.
Quizás con el propósito de apaciguar a la Iglesia Católica (Los gitanos no podían decir tranquilamente “por cierto, nosotros mantenemos nuestra diosa de la muerte y la destrucción en vuestros cimientos”), Sara la Kali fue camuflada dentro de otra historia de la divinidad femenina, la de Santa Sara, la Egipcia, la doncella acompañante de María Magdalena y otras dos Marías mencionadas en la Biblia, que vino a Francia después de la ascensión de Jesús al Cielo y trayendo con ella el Santo Grial (Véase “Saint Sarah” in www.en.wikipedia.org).
En 2006 yo recé y medité a los pies de Sara la Kali, preguntándole “¿Quién eres tú?”, La respuesta fue una insistencia hasta cierto punto enojada “¡No responderé esa pregunta!”. Entonces me di cuenta que la feminidad negra en el corazón de una Iglesia blanca, guarda el lugar de un misterio sin etiqueta, un espacio que está destinado a permanecer libre de cualquier concepto, libre de reclamos arrogantes como “Yo conozco la verdad absoluta sobre ella y hariais mejor en escucharme”.
Isis
Isis es descrita a menudo como una diosa negra en la literatura feminista y de la nueva era. Pero en la antigua Egipto era representada mucho más a menudo como pálida, dorada, roja o azul. Como las diosas descritas más arriba, ella tiene sin embargo un aspecto oscuro: la viuda de luto y destructora. Sólo este aspecto suyo se representaría como negro en las pinturas.
Es cierto que Isis se convirtió en una de las diosas favoritas de los Romanos y que la Virgen María vino a heredar muchas de sus características. A lo largo de todo el Imperio Romano había estatuas de Isis que eran bautizadas y renombradas como imágenes de María, Madre de Dios. Ean Begg menciona una que era venerada en París tan tarde como en el A.D. 1514, cuando algún fanático destruyó su forma débilmente vestida. (The Cult of the Black Virgin, -El culto de la Virgen Negra- Arkana Books, 1985, p.209). La gente también veneraba pequeñas estatuas de Isis en sus hogares. Éstas estaban hechas a menudo de bronce, que con el tiempo se vuelve de un marrón oscuro casi negro.
Es concebible que los Noreuropeos se imaginasen a la diosa Egipcia como negra, ya que después de todo era Africana. Como muchos Americanos de hoy en día, podrían haber olvidado que la mayor parte de los Norafricanos no tienen piel negra, sino que comparten el tono oscuro de sus vecinos Semíticos. Egipto sin embargo, se expandió hasta el territorio del África Negra de lo que hoy en día es Sudán, durante el Reino Nuevo (1570 hasta 1070 A.E.C.). Durante siglos el antiguo Egipto era la cultura más igualitaria y tolerante alrededor del mar Mediterráneo. Así, no resulta sorprendente que su panteón incluyese dioses con todo tipo de cualidades, desde el pálido Europeo hasta el oscuro Africano. Isis sin embargo, era usualmente una de las diosas pálidas.
Al igual que Isis tenía muchas caras, colores y funciones (desde dadora de vida hasta destructora y todo el espectro intermedio), también María asume muchos papeles, de muchas formas y con muchas imágenes. El no estar limitada a una sola expresión es una parte esencial de ser una madre celestial. Por ello, uno no debería caer en un racismo inverso aceptando sólo Madonnas negras como “políticamente correctas” o rechazando ver las caras pálidas de Isis. Como se describe más abajo, las Madonnas Blancas también revelan una gran cantidad de características de diosas. Indudablemente María, en todos sus colores, se convirtió en la heredera de los tronos de todas las diosas.
Nuit
Nuit, también conocida como Nut, no es una diosa Egipcia muy popular, pero en cierto sentido es la quintaesencia de la Madre Oscura divina. Es la diosa de la noche y del cielo, del infinito espacio exterior. Los Griegos la adoptaron como Nyx, los Fenicios la conocían como Baaut, los Peloponesos como Achlys, los Escandinavos como Nor y los Polinesios como Po. (Miquel Ballbè i Boada “Las Vírgenes Negras y Morenas en España” Vol 1, Grafiques ISTER, Moia/Terrassa: 1991, p. 23-24) . La Nuit Egipcia (todavía es la palabra Francesa para noche) era venerada originalmente como la diosa Hathor o Athyr.
Los Egipcios a menudo representaban a Nuit como una mujer con piel negra, su cuerpo cubierto de estrellas, en postura a gatas extendiéndose sobre su marido, la tierra. Algunas veces, como Hathor, también era representada como una vaca lechera alimentando a incontables humanos. Los Griegos la veían como una mujer de la que fluía un enorme velo oscuro, a menudo cubierto de estrellas.
La Noche Griega, Nyx, es la hija de Caos, la diosa de la oscuridad, la madre de los sueños y de la muerte. Según Hesíodo, el escritor Griego de referencia sobre el panteón Griego del siglo VIII A.E.C., Noche es la Madre de todos los Dioses, la primera y más vieja de todas las deidades, la precursora de toda la creación, el vientre oscuro, si ustedes quieren, del que todo ha emergido.
Aristófanes (444-385 A.E.C.) cuenta algo que concuerda con esto al decir que antes de que hubiese aire, cielo y tierra, Noche desplegaba sus alas negras y depositaba un huevo en el seno de su marido o hermano Erebo, el dios cuyo nombre significa ‘oscuridad o sombra profunda’ (en el dominio terrestre y en el inframundo). Del huevo eclosionó Amor con sus alas doradas y fertilizó la naturaleza.
Los Griegos y los Romanos adoraban a la diosa Noche con templos, oráculos y sacrificios. ¿Qué tiene ella en común con la Madonna Negra? Yo pienso que ambas representan a una Oscura Madre divina que está ahí para ayudarnos a enfrentarnos a lo que nos asusta: la muerte, sueños de los reinos de la noche o espacio oscuro, infinito, subconsciente, etc. Como el descanso de una buena noche o como el vientre oscuro, nos nutren en una oscuridad misteriosa donde ellas, y no nosotros, tienen el control.
Las explicaciones de la Iglesia Católica para las Madonnas Negras
A la Iglesia Católica no le gusta aceptar que la negrura de algunas estatuas de María (ya sea real o aparente), tenga ningún significado espiritual, y mucho menos político. Trata de explicarlo con los siguientes argumentos:
1.- Las imágenes fueron oscurecidas por el humo de las velas o de grandes incendios.
Aunque esta no es una explicación completa, hay algo de cierto en ella. Precisamente hace poco estuve en una iglesia en Alemania donde muchas velas estaban prendidas delante de un icono de la Virgen en un nicho. Toda la pared alrededor del icono negro estaba oscurecida por el hollín. Se podía tocar y untarse el dedo con esta sustancia pegajosa, en cierto modo oleaginosa. Muchas Madonnas negras fueron ciertamente pintadas con pintura negra, pero otras se volvieron oscuras por la pátina y el hollín.
Eso no significa sin embargo que no haya en ello un significado más profundo, sino al contrario. A muchas Madonnas milagrosas les fue ofrecida una “lámpara votiva” para arder delante de ellas, algunas veces por reyes y reinas, y tales lámparas votivas son un símbolo del sanctasanctórum. Usualmente arden delante del tabernáculo, indicando la presencia real de Cristo. Cuando se permite que ardan delante de una Madonna, están marcando también como la presencia de lo Más Alto. Esto ocurrió e.g. en Mende, Francia, Cologne, Alemania, Pescasseroli, Italy, and Lord, España (en Lérida). Algunas leyendas sobre Madonnas Negras incluso cuentan que las lámparas votivas se encontraron con la llama aún viva cerca de las estatuas que habían sido escondidas durante siglos (e.g. Randazzo, Sicilia and Chipiona, España). Para cualquier Católico, esto sería un signo claro de la presencia divina. Nótese también que las velas son oraciones de la gente en forma física. De manera que el hollín sobre María representa todas las oraciones derramadas sobre ella por sus hijos. Muestra dónde están los corazones de la gente: en la Madre mucho más que en el Hermano.
Muchas Madonnas fueron oscurecidas originalmente por el humo de las velas y la pátina, pero después, durante una restauración, pintadas de negro. Un ejemplo es Nuestra Señora Negra de Einsiedeln. La estatua fue restaurada a su blancura original en 1799, pero causó tal revuelo entre la población que el restaurador tuvo que oscurecerla de nuevo. Intentó un compromiso entre la piel negra pero con algún color en los ojos, mejillas y labios, pero la gente no fue feliz hasta que pintó toda la cara con pintura negra. Ese es el espíritu.
2. Las Madonnas oscurecieron porque fueron enterradas en la tierra para protegerlas de la destrucción por enemigos del Catolicismo, y los componentes químicos de la pintura de las estatuas y la tierra reaccionaron entre sí. Esto ocurrió durante siglos de ataques Musulmanes, durante las Guerras de Religión, la Revolución Francesa, las conquistas de Napoleón y la Guerra Civil Española.
Yo, sin embargo, encuentro sospechoso que tantas estatuas fueran supuestamente escondidas de los enemigos y luego olvidadas. ¿No habría pasado una generación a la siguiente el secreto del escondite? Es posible que algunas de las estatuas antiguas enterradas no estuviesen pensadas para retratar a María y a Jesús en absoluto. Sabemos que unas pocas estatuas Paganas de diosas madre con niño fueron Cristianizadas y a partir de entonces reverenciadas como María y Jesús, pero muchas fueron destruidas por fanáticos Cristianos. Así que, si los Cristianos enterraron sus estatuas bajo el suelo para esconderlas de sus enemigos, ¿por qué no habrían hecho lo mismo los Paganos?, Si algunas de las Madonnas Negras fueron originalmente diosas Paganas, eso explicaría por qué se precisó de intervención divina y tantos milagros para descubrirlas y rehabilitarlas como María y Jesús.
Hay otra razón por la que los Católicos entierran estatuas, es el modo adecuado de deshacerse de un objeto consagrado del que uno no quiere disponer más, bien sea por que ha sido dañado o porque parece pasado de moda en su estilo, o simplemente porque no es tan bello como una nueva imagen. Es posible que muchas estatuas fuesen descartadas cuando Europa cambió de retratar a María como Trono de la Sabiduría a retratarla como Madonna de pie.
Sólo que parece que Nuestra Madre no aprecia ser arrojada fuera de ningún modo y por ninguna razón. En algunas ocasiones Nuestra Señora ha enviado el mensaje de no juzgar sus imágenes con los ojos ordinarios, sino rendirles honor sin que importe su aspecto. En Viena, una pintura milagrosa con el nombre de Nuestra Señora de la Cabeza Inclinada es reverenciada la Silbergasse (una calle). Fue encontrada en 1610 cuando María dio a un Fraile Carmelita la irresistible necesidad de buscar en un montón de basura algo valioso hasta que encontró su imagen (Peter Mullen, “Shrines of Our Lady”-Santuarios de Nuestra Señora-, St. Martin’s Press, New York: 1998, p.30).
Nuestra señora de Pompeya en su basílica es una imagen muy querida, famosa por sus milagros. Pero una vez fue llevada a una tienda de chatarra, siendo considerada un arte pésimo y totalmente inservible (Véase: Franciscan Friars of the Immaculate,-Frailes Franciscanos de la Inmaculada- “Marian Shrines of Italy”-Santuarios Marianos en Italia-, p.140). El mensaje esá claro: Honra a tu Madre Celestial en todas sus formas e imágenes, no importa cuáles.
3. Algunas estatuas están hechas de madera de ébano negra u otras maderas oscuras.
4. Algunas “Madonnas Negras” fueron pintadas al estilo Bizantino, que representa usualmente caracteres bíblicos como oscuros como los Judíos Palestinos de aquella época habrían sido realmente.
5. La costumbre medieval de bañar las estatuas con vino habría contribuido a oscurecer las Madonnas Románicas. Este ritual se llevaba a cabo una vez al año en Viernes Santo (Véase: Francois Graveline, “Vierges Romanes” -Vírgenes Romanas-, editions Debaisieux, p. 26 y un panfleto de 2008 en la capilla de la Madonna Negra de Aurillac).
Bañar imágenes sagradas es una antigua costumbre que se encuentra en muchas culturas. Una vez al año los Romanos bañaban en un río a la diosa Cibeles, mencionada más arriba. Hasta hoy en día mucha gente baña sus imágenes sagradas. Desde no-Cristianos en Filipinas , que bañan estatuas en sangre (Véase Mary Beth Moser, p.116) hasta Budistas que bañan un Buda bebé en té por su cumpleaños, o gitanos Franceses que, una vez al año, bañan a su patrona, Sara Kali, en el mar.
Probablemente todas estas prácticas se remontan a los albores de las civilizaciones cuando la sangre de los animales sacrificados era vertida sobre una piedra sagrada que representaba a dios. Más adelante, y especialmente en la Cristiandad, el vino se usó para representar la sangre del sacrificio.
6. En la Edad Media muchos reputados clérigos sostenían que María obviamente debía haber sido de piel oscura, pues así es como Lucas la retrató en todos los famosos iconos y estatuas que la tradición le atribuye. Algunos conjeturan que el acompañó a la sagrada familia en su huida a Egipto, durante la cual María resultó bastante quemada por el sol de toda esa cabalgata a lomos de un burro, y así es como el la retrató.
7. Cuando la Iglesia moderna no puede negar en absoluto que una cierta Madonna fue retratada intencionadamente como negra, razona que fue para conectarla con la novia en el Cantar de los Cantares 1:5-6, donde se dice “Tengo la tez morena, pero hermosa, muchachas de Jerusalén, como las tiendas de Cadar, los pabellones de Salomón.No se fijen en mi tez oscura, es que el sol me ha bronceado: enfadados conmigo, mis hermanos de madre me pusieron a guardar sus viñas; y mi viña, la mía, no la supe guardar”.
En las comunidades monásticas la novia del Cantar de los Cantares es vista como la esposa de Dios, i.e. el alma mística que anhela la unión con Dios en general, y, más específicamente, la Virgen María como el alma más importante en unión con Dios. Cuando Teresa de Ávila dice en sus “Meditaciones sobre el Cantar de los Cantares”, capítulo 6,8: “ ¡Oh Señora mía, cuán al cabal se puede entender por Vos lo que pasa Dios con la Esposa, conforme a lo que dice en los Cánticos!”
La negrura de la esposa en el Cantar de los Cantares no es algo positivo. Ella se siente molesta por ello, siente la necesidad de excusarse por ello, pero también sabe que es bella a pesar de ello. A tenor de esto las interpretaciones, tanto Cristianas como Judías, de este pasaje afirman que el alma Cristiana o el pueblo Judío son pecadores y “oscuros” por sí mismos, pero que a pesar de ello, sin mérito por su parte, tienen la gracia de la luz y la belleza de Dios. Ellos deberían regocijarse en su belleza derivada de Dios y sentirse humillados por sus propias tendencias negativas.
Desde el punto de vista de la historia del arte, la Iglesia tiene razón en que muchas de las Madonnas que hoy son negras fueron originalmente blancas y luego oscurecidas a lo largo de los siglos. Incluso estudiosos que conectan el fenómeno de las Madonnas Negras con los cultos de diosas antiguas aceptan esto. (E.g. Brigitte Romankiewicz, “Die Schwarze Madonna: Hintergruende einer Symbolgestalt”-La Madonna negra, trasfondos de una figura simbólica-, Patmos Verlag, y la citada más arriba Francois Graveline). Aparentemente las Madonnas se oscurecieron con el tiempo, la edad y la exposición, y -como dicen los fieles- porque María (con Jesús) tomó sobre sí el pecado y el sufrimiento de la humanidad. Este oscurecimiento era visto como una comunicación divina significativa – puede ser precisamente porque no era algo hecho por el hombre.
Especialmente durante los siglos XIV al XVII, cuando la plaga, la Muerte Negra, estaba aniquilando poblaciones enteras a lo largo de Europa, la gente tomaba refugio en las Madonnas Negras. Era una reminiscencia de la historia de la Biblia (Números 21:6-9) donde Dios da instrucciones a Moisés de curar a aquéllos que hubiesen sido heridos mortalmente por picaduras de serpiente haciéndoles mirar una escultura de bronce de una serpiente. Similarmente, mirando a una Madonna Negra, se esperaba estar protegido de la Muerte Negra (El “principio de similaridad”, i.e., usar una ínfima candidad de patógeno como remedio curativo tovavía se usa hoy en día en las vacunas y en la homeopatía.) Graveline explica (p. 30) que durante aquel tiempo masas fervorosas de fieles iban en peregrinación a las Madonnas Negras más famosas de Le Puy, Chartres, y Rocamadour. Viendo esto, aquéllos que tenían en posesión estatuas menos importantes pero similares del “Trono de la Sabiduría”, no dudaron en pintarlas de negro para atraer mayores multidudes. Así es como las Madonnas de Vauclair, Orcival y Moulins se volvieron negras.
Otra Madonnas, que ya habían sido celebradas como Negras, recibieron una capa de pintura negra cuando fueron restauradas en el siglo XVIII, en lugar de blanquearlas, como se hace a veces hoy en día.
Mientras que la Iglesia aporta algunos argumentos válidos, ninguno de ellos responde a estas preguntas ¿Por qué la gente insiste en llamarlas Madonnas Negras cuando sólo son marrones o hechas de madera? ¿Por qué los fieles la llaman negra mientras que nadie menciona la negrura del niño Jesús que a menudo encontramos en su regazo, e igualmente negro? ¿Por qué no hay apenas estatuas de Jesús o de los santos que se celebren como negras? ¿Y por qué hay, si no Románicas, sí ciertamente estatuas Barrocas de María que fueron concebidas como negras desde el principio?. Parece que hay necesidad de una Madre negra pero no de un bebé negro ¿Por qué?
Puntos de vista feministas Cristianos y no-Cristianos
Muchas pensadoras feministas no-Cristianas ven las Madonnas Negras como una expresión del anhelo de la gente por sus viejas diosas pre-Cristianas. Para ellas la Virgen María es una versión diluida, subyugada de las auténticas diosas paganas, más poderosas y auténticas. Sería un injerto Cristiano ilegítimo en las diosas pre-Cristianas, diseñado para engañar a los adoradores de las diosas haciéndoles creer que podrían hacer su hogar espiritual en los pliegues patriarcales de la Iglesia Católica. Ellas instarían a la Virgen María y a sus devotos a librarse ellos mismos del patriarcado y emerger como la auténtica diosa y sus adoradores, que es lo que son en el corazón.
Luego hay feministas Cristianas como Charlene Spretnak y yo misma. Nosotras reconocemos la hermandad de María con las diosas así como las raíces precristianas de su culto. También somos conscientes de los esfuerzos de las iglesias patriarcales para controlar a María. Sin empargo, la experimentamos como extremadamente poderosa, y no más oprimida que las diosas Greco-Romanas, Mexicanas u otras. Históricamente las iglesias Cristianas han hecho lo que han podido para limitar su influencia, pero nunca han tenido éxito por mucho tiempo. Cada ola de supresión ha sido seguida por otra de entusiasmo renovado. Cuando la gente se siente en peligro de olvidar a su Madre, ella siempre tiene medios de recordárselo. Simplemente envía algunas apariciones, hace llorar a una estatua, o rezumar aceite, u obra milagros, y entonces no hay quien pare a sus seguidores.
Si usted duda de su poder en la historia Cristiana, simplemente mira cuántas iglesias en Europa están dedicadas a ella. Cuán a menudo uno entra en una iglesia nombrada en su honor para encontrar una gran estatua suya en posición central, mientras que casi tienes que buscar para ver alguna representación de Jesús. El libro de Andrew Harvey y Eryk Hanut “Mary’s Vineyard” -El viñedo de María- está lleno de citas que atestiguan el papel principal de María en muchas vidas Cristianas. Aquí transcribo una de Sergei Bugalkov: “La Madre de Dios, desde que ella dio su hijo a la humanidad del segundo Adán, es también la madre de la humanidad universal, el centro espiritual de toda la creación, el corazón del mundo. En ella, la creación se diviniza completamente, concibe, alimenta y lleva consigo a Dios” (p. 18).
A lo largo de la Edad Media los Cristianos Europeos tenían un miedo mortal de Dios y Jesús que los condenarían al fuego eterno del infierno. Su única esperanza y refugio era “Santa Reina, Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra” (El comienzo de la oración de la Salve, al final de cada misa Católica hasta las “modernizaciones” de los años 1960).
¿Es la Madre de Dios Cristiana?
En su libro “Missing Mary”-Añorando a María- Charlen Spretnak sugiere que la Iglesia no debería tener miedo de las raíces “paganas” de María, sino apreciar la fuerza añadida desde raíces más profundas. Después de todo la iglesia de los primeros días no tenía miedo de usar templos paganos como sus cimientos o huéspedes. Quizás sabían que lo divino, en su esencia, no es Cristiano, ni Pagano, ni Judío. Jesús mismo no era Cristiano sino Judío.
Entonces ¿Qué es María: Cristiana, o Judía o Pagana?. ¿Es Católica, Ortodoxa o Protestante? No me refiero a imágenes suyas, hablo de la María real que habla a las almas de la gente y aparece por todo el mundo a lo largo de los siglos. Aquélla que ha estado apareciendo en Medjugorje y dijo en octubre de 1981, cuando la guerra civil estaba en el horizonte. “Dile al sacerdote, dile a todo el mundo, que sois vosotros los que estáis divididos en la Tierra, (no Dios), los Musulmanes y los Ortodoxos, por la misma razón que los Católicos, son iguales ante mi Hijo y ante mí. Todos vosotros sois mis hijos” (Véase: www.Medjugorje.org). Para mí, algo verdaderamente divino debe transcender las fronteras de cualquier religión.
Esto nos lleva a la pregunta:¿Es Madre María humana o divina?, Generalmente la gente dice que si piensas en ella como divina, estás convirtiéndola en una diosa pagana, pero si la ves como humana estás manteniéndola Cristiana. Personalmente no pienso que los asuntos celestiales funcionen de acuerdo con nuestros conceptos y distinciones humanas. Esto me recuerda una historia Budista: Alguien preguntó al Buda “¿Eres humano o divino? El no iba a aplicarse ninguna de las categorías a él mismo, en su lugar respondió “¡Soy un ser despierto!
Muchos teólogos Cristianos piensan en María como divina. Incluso el Cardenal Ratzinger (ahora Papa Benedicto XVI) la llamó “madre divina” durante la misa funeral del Papa Juan Pablo II. Para distinguir su estatus del de Jesús, se dice únicamente que ella se hizo divina por gracia, mientras que Jesús fue siempre divino por naturaleza. i.e., ella alcanzó la unión “divina” o “mística” completa. Es el ejemplo primero y la personificación de cuál era la meta de generaciones de Cristianos: divinización. Santo Tomás de Aquino explica: “El único Hijo de Dios engendrado, queriendo hacernos partícipes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, de manera que hecho hombre podría hacer a los hombres dioses” (Citado en el Catecismo de la Iglesia Católica, verso 460).
Así, de acuerdo con el dogma Católico (que ciertamente no se proclama a menudo) todo el propósito de la encarnación de Dios en Jesús es ayudarnos a superar la división entre Dios y la humanidad. Pero aquí estamos todavía con sutilezas sobre si la Virgen María es humana o divina.
Yo creo que obtenemos una hermosa historia equilibrada si consideramos que “Dios creó al terrícola (en Hebreo: ha adam) a su imagen; “a su imagen divina lo creó, hombre y mujer los creó” (Génesis, 1:27). Es decir, Dios debe tener aspectos masculinos y femeninos, i.e. elementos opuestos y complementarios. (Recuérdese la Señora Sabiduría). Para recordarnos acerca de la unión de los aspectos divinos, Dios ordena a la divinidad a convertirse en hombre (Jesús) a través de una mujer (María), y luego que esta mujer se convierta en divina. “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas” (Apocalipsis 12:1). Es decir Dios se hizo uno de nosotros y uno de nosotros se hizo completamente uno con Dios, porque todos estamos llamados a hacernos humanos y divinos.
Puntos de vista izquierdistas
Éstos están representados de la manera más notable por Lucia Chiavola Birnbaum en su libro “Madonnas Negras: Feminismo, Religión y Política en Italia”. Birnbaum retrata a la Madonna Negra como una rebelde contra el sistema establecido que dice que lo blanco y masculino es superior y está pensado para gobernar sobre lo negro y femenino. Las Madonnas Negras son una expresión subversiva de la resistencia a someterse a normas establecidas por la clase y cultura dirigentes. Son un eco de memorias lejanas de diosas oscuras Africanas y Europeas y expresan también solidaridad con la clase trabajadora más oscura.
Es cierto que durante la Edad Media Europea el negro era el color de lo pobre, lo bajo, y de la renunciación, mientras que los ricos se pavoneaban con colores caros (Véase Brigitte Romankiewicz, p. 39). De aquí que una María negra bien podría comunicar su solidaridad con los pobres de un modo visual a las masas iletradas de la Europa medieval. Los más educados podían leer acerca de su solidaridad en su famoso himno bíblico, el Magníficat, en el que alaba a Dios por alejar a los poderosos de sus tronos, mientras asciende a los humildes. (Lucas 1:52-3)
Curiosamente, he encontrado confirmación de algunas de las hipótesis de Birnbaum en el libro de Roy A. Vargheses “Enviado de Dios: una Historia de las Apariciones acreditadas de María”. Él es el retrato del tipo de pensador patriarcal que Birnbaum contempla probablemente como el enemigo. Pero él tiene un punto débil: su amor por María. Y así, él cuenta la historia de Nuestra Señora Aparecida (Nossa Senhora Aparecida), la Madonna Negra y patrona de Brasil (en la p. 81). Ella fue encontrada en un tiempo en que los esclavos Brasileños estaban reclamando libertad y la Princesa Isabel rehusaba darles su acta de libertad. Cuando la Reina de los Cielos intervino llevando a cabo muchos milagros por medio de una estatua “negra”, la princesa terrestre vio la luz y comprendió el mensaje. Firmo los papeles aboliendo la esclavitud y ofreciendo a la Virgen Negra una preciosa corona.
Según China Galland, del lado contrario (en “El Vínculo entre las Mujeres”, 1998, p.183-5) todos los esfuerzos de la Madre Divina en Brasil consiguieron muy poco para terminar con la esclavitud, aunque le aseguró a ella una gran cantidad de seguidores entre los oprimidos, para los que ella es un símbolo de liberación. Galland cuenta una historia tradicional:
“Un día un esclavo estaba de viaje con su dueño cerca del pequeño altar que se había construido para la Aparecida. El hombre suplicó a su dueño parar los vagones y dejarle rezar en la puerta del altar. Tan pronto como se arrodilló bajo el dintel, las pesadas cadenas que llevaba cayeron de sus manos y pies, y el collar de hierro alrededor de su cuello se rompió en pedazos. Su dueño lo declaró libre: la misma Virgen parecía haberlo ordenado.”
Galland también parafrasea al Arzobispo Don Aloysius Lorcheider cuando explica el título de la virgen como “Madre de los excluidos de Brasil”: “Todos los que han sido marginados por la sociedad convencional, defendían y veneraban la figura de esta Virgen – los pobres, los hombres rotos y los oscuros. Ella es su campeona. Ella es negra porque es la Madre de Todos”. Los Brasileños la llaman Mari-ama y ama para ellos es la aya negra que cuida a los niños blancos y negros sin discriminación.
Brigitte Romankiewicz encuentra el mismo espíritu rebelde de la Virgen María en las historias recurrentes de su escapatoria de los planes de oficiales de la iglesia. El tema es éste: una estatua de María (a menudo, pero no siempre, negra) se encuentra en una zona desierta bajo circunstancias milagrosas. Los fieles acuden en tropel en peregrinación sin esperar la aprobación eclesiástica. Una vez que lo clérigos lo aprueban, los clérigos pretenden trasladar la imagen a la iglesia parroquial más próxima. Tratan de controlarla y traerla a casa, dentro del abrigo establecido de la iglesia, pero María tiene su propia mente. Milagrosamente la estatua regresa repetidamente al lugar de su descubrimiento hasta que consigue su propio santuario en el lugar que ella eligió. Según la leyenda la Virgen de Vassiviere escapó tres veces, la de Neunkirch nueve veces, la de Polignan en los Pirineos varias veces, rompiendo sus cadenas en su última fuga. Otras imágenes oscuras como Nuestra Señora de Oropa, Montserrat y Czestochowa también rehusaron ir donde los hombres querían llevarlas.
Mary Beth Moser describe un espíritu femenino similar que no tolerará la falta de respeto. En su “Honoring Darkness” -Honrando la oscuridad- (pp. 68-75, citado más arriba), lista muchos incidentes donde la gente que se mostró irrespetuosa con las Madonnas Oscuras fueron castigados milagrosamente por el Cielo.
Explicaciones Raciales
Algunas personas consideran las estatuas de las Madonnas Negras, no como simbólicas de un principio abstracto, sino como representando a María literalmente como Africana. Sus especulaciones sobre por qué los Europeos blancos retratarían a la madre de Jesús como una mujer Africana negra difieren.
Un grupo aduce que es por la simple razón de que eso es lo que era, una mujer negra. Después de todo, sabemos por la Biblia que había judíos Africanos en los tiempos de Jesús. En Hechos 8:26-40 se cuenta cómo un ángel envía al apóstol Felipe a convertir a un Judío Etíope de alto rango, que había venido a Jerusalén en peregrinación. Que había matrimonios interraciales entre Israelitas y Etíopes está atestiguado por la historia de Moisés que se casó con una Cusita, i.e. una mujer Etíope no semita, causando así la ira de su hermana Miriam. Si los Israelitas se casaban con Cusitas, tanto más puede uno asumir que se casasen con Amharas, i.e. Etíopes semitas. Considerando toda la historia que los Israelíes compartieron con Egipto (incluyendo la huida de la Sagrada Familia a ese país), uno puede aceptar que hubiese muchos matrimonios entre Israelíes y Egipcios de todos los colores. El ejemplo más famoso es Hagar, la doncella Egipcia con quien Abraham concibió a Ismael, padre de los Árabes. De manera que el tono de piel de María de Nazaret podría haber tenido muchas sombras de color moreno.
El otro grupo sostiene que no sólo María, sino todos nosotros somos originariamente Africanos, porque la raza humana en su conjunto nació en ese continente. En “Dark Mother: African Origins and Godmothers” – Madre oscura: Orígenes Africanos y Madres de Dios- Lucia C. Birnbaum habla de investigaciones arqueológicas y de ADN que sugieren los orígenes Africanos de la humanidad. Ella argumenta que el misterio de las Madonnas Negras en los países Europeos apunta a una memoria inconsciente de esas raíces. Presumiblemente nuestro ADN todavía contiene una huella de nuestra primera madre: una mujer negra, y nuestro subconsciente todavía recuerda la primera de todas las deidades a la que adoramos: una Madre Divina oscura.
Birnbaum aduce que los Africanos emigraron por todo el mundo, implantando en todas partes el culto a la Madre Oscura. Como prueba de las raíces Africanas de una cultura de amplitud mundial, pretende rastrear todos los usos de altares de piedra (dólmenes) y monumentos (menhires) en la edad de piedra (neolítico) hasta su posible origen Africano. No sólo eso, ella también sitúa en la cuna Africana los símbolos comunes de la Diosa: la V púbica o triángulo y el color rojo ocre, que imita la sangre menstrual. Ella habla de los orígenes Africanos de la creencia en la diosa, como si los humanos de todos los continentes no pudiesen haber sentido el mismo impulso de venerar lo Divino en la forma de maternidad. Por todo el mundo hay pájaros que construyen sus nidos y emigran – ¿acaso significa eso que todos se originaron en el mismo lugar? Yo pienso que adorar a una madre divina es un instinto humano básico, no limitado a ninguna raza en particular. Tiene un sentido tan inmediato el venerarla como incluyendo todo, impregnándolo todo, como luz y oscuridad, día y noche, esto en sí no debería atribuir a ninguna raza el haber creado las imágenes divinas clara y oscura.
Las personas que piensan en la Madonnas Negras como madres Africanas resaltan las “características Africanas” que perciben en algunas de estas estatuas. Más abajo se ven dos que son descritas como “claramente Africanas”. A mí no me parecen Africanas, y yo no creo que sea ningún halago tildar las características a menudo bastas y primitivas de algunas esculturas Románicas como “Africanas”. Sin embargo, admito que la Virgen Negra de Chastreix (la primera imagen de este artículo) y especialmente su hijo, tienen un aspecto Africano de verdad.
De cualquier modo, lo que nosotros vemos en una estatua dada es nuestro asunto privado. Lo que es más importante para este estudio es lo que veían las masas de fieles de los siglos pasados y cuáles eran las intenciones de los artistas. ¿Estaban las Madonnas Negras Europeas retratadas y vistas conscientemente como Africanas? La respuesta es, algunas veces sí. Nuestra Señora de Meymac con su turbante apunta a la intención del artista de hacerla parecer Africana, o cuando menos “oriental”, lo que en la Edad Media significaba cualquier cosa al sur o sureste de Europa.
Que la gente la veía a ella y a algunas otras estatuas como Africanas está probado por los epítetos que se le daban. Las Vírgenes Francesas de Le Puy, Chartres, Meymac y quizás otras, eran apodadas “La Egipcia” durante siglos. Las Vírgenes Italianas de Montevergine, Somma Vesuviana, y Nápoles eran todas llamadas “Mamma Schiavon” -Mamá esclava- (Mary Beth Moser, Honoring Darkness – Honrando a la Oscuridad- p.77).
Puede ser que Dios quiera desafiar el racismo inspirando a los artistas blancos a crear Madonnas Negras y otorgándoles poderes especiales. ¡Y Él/Ella hicieron desafíos !. Hasta hoy en día la siguiente historia se cuenta en los folletos de Tindari, el santuario de una Madonna Negra más famoso de Sicilia, como aviso contra el racismo.
Una mujer había rezado a la Madonna of Tindari Italiana para curar a su hija, aparentemente sin saber qué aspecto tenía la estatua. Su deseo fue satisfecho y ella se dirigió al santuario de Nuestra Señora para agradecérselo. Al ver la imagen exclamó con indignación racista que esa Madonna era “Etíope”, y se asombró: “¿He viajado de tan lejos para ver a alguien más fea que yo?!”. El castigo, el remordimiento y la reconciliación se produjeron acto seguido uno tras otro: la pequeña cayó desde un acantilado, su madre lamentó su irreverencia, la niña fue salvada por intervención divina y la madre aceptó que el poder divino puede canalizarse tanto a través de formas negras como blancas, y que todas ellas merecen respeto.
Otras Madonnas Negras también son saludadas en sus santuarios como madres y reconciliadoras de todas las naciones y razas. E.g. Nuestra Señora de Loreto, en Italia, parece gozar de una apreciación especial entre los Católicos Africanos, que son mencionados y recibidos con sensibilidad en su casa sagrada. Del papel de la Aparecida Brasileña en la reconciliación racial, ya se habló más arriba.
Si preguntamos: ¿Que estaba sucediendo en Europa en el nivel de las relaciones raciales, cuando las Madonnas Negras se estaban haciendo famosas? a) La ocupación por los Árabes de España, Portugal, Sicilia, el sur de Italia y el sur de Francia b) Las cruzadas contra los Musulmanes y c) La discusión de la ética del comercio de esclavos.
a) Los “Moros” o “Sarracenos” ocuparon la mitad de España entre 710-1492, Portugal desde 711 hasta bien entrado el siglo XII, el sur de Francia por más de cien años, empezando también en el siglo VIII, Sicilia desde el siglo VIII al XII y el sur de Italia desde el siglo VIII al XIV. ¿Quienes eran los Moros?, Buena pregunta. Para los Romanos eran Mauritanos que habitaban en la región de los modernos Argelia y Marruecos. Para los Españoles eran originalmente una mezcla de Árabes y Bereberes (una tribu marroquí), que conquistaron los reinos Españoles. Cuando se mezclaron con la sangre Española e hicieron que los Españoles se convirtiesen al Islam, el término pasó a denotar a cualquier Musulmán. En la Francia moderna por otro lado, describe a los habitantes de una grán área Sahariana al sur de Marruecos, más o menos el territorio de la moderna Mauritania. En Alemania la palabra se usa para designar simplemente a gente negra. Este es otro ejemplo del fallo de los Europeos modernos a la hora de distinguir entre lo que es Negro Africano y lo que es Norafricano, Árabe o Semítico. Todo es extranjero, “oriental” y “negro” para ellos. (De ahí, pienso yo, la visión de Isis como una deidad “negra”).
b) Mientras que la gente del sur de Europa trató con Musulmanes Árabes y Norafricanos en su propio país, lo mismo hizo el resto de Europa en el “Oriente” durante casi cuatro siglos de Cruzadas (1095-mediados del siglo XV). Seguramente los cruzados que volvían a casa describirían a sus paisanos la Tierra Santa y el aspecto que tenían los habitantes nativos que allí quedaban. Debieron haber hablado de lo oscura que era su piel y puede ser que cruzase por sus cabezas que ésta era la gente de Jesús. (Aunque muchos prefiriesen no pensar en Jesús y los apóstoles como Judíos). Esto puede haber dado lugar a las representaciones de Marías negras. Pero aún no explicaría por qué los Jesuses negros no eran igualmente numerosos o importantes para la gente.
Durante la era de las cruzadas cuatro pequeños reinos Cristianos, más algunos pueblos y fuertes dispersos se mantuvieron entre el mundo Norafricano y Musulmán. Todos los territorios compartidos por Cristianos y Musulmanes fueron testigos de tiempos de guerra y tiempos de coexistencia pacífica y fructífera. Europa se benefició inconmensurablemente de la filosofía, ciencia, medicina y tecnología agrícola Árabes. Sin embargo la mayor parte de los Europeos que no estaban acostumbrados a tratar con vecinos Musulmanes de forma diaria, estaban aterrados ante la idea de una coexistencia pacífica con el mundo del Islam. Francia fue la fuente de mucha agresión Cristiana contra seguidores de Mahoma. Ella instigó las Cruzadas y sus poderosos monjes Benedictinos del Cluny tornaron los esfuerzos Españoles hacia una coexistencia pacífica con los Moros en guerra y persecución (véase la Enciclopedia Británica sobre las Cruzadas y la historia de España).
Es extraño, porque los mismos monjes que públicamente predicaban las cruzadas, en privado se entendían con los Musulmanes en intercambios culturales y religiosos muy fructíferos. Enviaban a sus mejores hombres a estudiar en las universidades Musulmanas Españolas de Toledo y Córdoba y tradujeron el Corán. Según Jacque Huynen en su “”l’Enigme des Vierges Noires”-El enigma de las Vírgenes Negras- se debe a monjes Benedictinos la creación de unan nueva civilización por la sintetización de culturas Druidica, Cristiana y Oriental en un sistema cohesionado (pp. 59-75). Yo supongo que el conocimiento es poder y aquellos monjes querían ambas cosas. Así que robaron todo el conocimiento del Oriente de sus hermanos Musulmanes, le dieron la vuelta y los dominaron.
c) Europa siempre usaba esclavos, mucho antes de haber oído de África. Al igual que los Africanos, los Europeos esclavizaban a sus propias gentes, antes de entrar en contacto con otras razas. Una vez que Europa se había convertido de forma bastante uniforme a la Cristiandad, surgió la pregunta de si era ético mantener esclavos. Bajo Carlomagno, gobernador del Sacro Imperio Romano desde 800 a 814 se hizo ilegal para los Cristianos mantener a otros Cristianos como esclavos. Pero especialmente las regiones Mediterráneas tenían acceso a esclavos Musulmanes y más tarde Africanos, aunque no eran ni de cerca tan numerosos como en las colonias. El primer estado en abolir completamente la esclavitud, incluso en sus colonias, fue el estado Alemán de Prusia en 1713. Siguió Gran Bretaña en 1807 y el resto de Europa en 1815.
Y entonces, en este contexto de Europa, luchando con cuestiones morales concernientes a otras religiones, culturas y razas, aparecen las Madonnas Negras que son llamadas Mamá Esclava, o Egipcia o Etíope. Del mismo modo que los Moros, parecen a la vez atractivas y espantosas. Como ellos, aparecen como alguien completamente distinto que luego resulta ser nuestro pariente después de todo. Pariente no sólo de acuerdo con la teoría de Birnbaum, sino también según las historias de la Biblia y el Corán que hablan de Abraham como el padre precursor de Judíos, Cristianos y Musulmanes.
Parientes, también en el sentido de que todos somos hijos de Dios. El rey Español Alfonso X, llamado el Sabio y el Ástrologo (1221-1284), cantó una canción sobre esto. El convirtió algunas historias sobre milagros de la Virgen María en poemas y canciones (“Songs of Holy Mary of Alfonso X, the Wise: Una traducción de Las Cantigas De Santa Maria” translated by Kathleen Kulp-Hill). Una de estas historias cuenta como tropas Cristianas y Musulmanas se encontraron en un río, dispuestos a caer unos sobre otros, cuando María apareció y proclamó: “Todos vosotros sois mis hijos. Id en paz.”
Con seguridad el Cielo debe estar del lado de la igualdad de razas, la paz y el entendimiento y un símbolo que nos ha traído para fortalecer la reconciliación racial es la Madonna Negra. Pero como de costumbre, pocos son los que escuchan, e incluso menos los que actúan en concordancia con las exhortaciones divinas.
De nuevo quiero enfatizar que ninguna explicación de las Madonnas Negras necesariamente excluye que otras no sean correctas a otro nivel, en otros tiempos y en otros lugares. Nuestra Madre Divina da a cada uno de sus hijos justo lo que el necesita en cada momento dado.
Nuestra Señora de la Buena Muerte: La Madre Oscura como guía por el Inframundo.
Como vimos más arriba, muchas de las antiguas diosas tenían funciones y rostros complementarios y opuestos, oscuridad y luz, caras pacíficas e iracundas. Eran guías a través del inframundo hacia el mundo superior. Similarmente Madre María también es retratada como negra y blanca, la sufriente Madre de los Dolores y la gloriosa Reina del Cielo, la humilde doncella del Señor y la poderosa Madre de Dios, así como guía segura en el tiempo de la muerte.
La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe revela sus lados oscuro y claro de dos formas: una, ella irradia con la luz del sol, mientras que está de pie sobre una luna oscura, y dos, una línea recta recorre el centro de su vestido dividiéndolo en un lado luminoso y en un lado oscuro.
Madre María consuela y protege, pero también castiga. Mary Beth Moser en su libro “Honoring Darkness: Exploring the Power of Black Madonnas in Italy” -Honrando la Oscuridad: el Poder de las Madonnas Negras en Italia- dedica una sección entera a los Milagros Punitivos (pp. 68-76). Todos ellos sirven al propósito de evitar los abusos y asegurarse el honor y respeto de la Madre Divina. Ella no podría ser una una Madre divina que todo lo abarca si estuviese limitada a una sola expresión o color.
Como ella es la Puerta del Cielo que abre ambas vías, ella no sólo trae la vida de Dios a nosotros, sino que está asociada también con la muerte, aunque, en contraste con las viejas diosas, sólo con una buena muerte. De ahí uno de sus títulos: Nuestra Señora de la Buena Muerte.
Nuestra Señora de la Buena Muerte (Notre Dame de la Bonne Mort), siglo XII, Clermont-Ferrand, Francia, descubierta en 1972 en la capilla mortuoria de un obispo.
La relación de las Madonnas negras con la muerte se evidencia no sólo por el título de la Virgen Negra de Clermont-Ferrand, sino también por el hecho de que muchas de ellas eran veneradas originariamente en capillas subterráneas para enterramiento (criptas) de las grandes iglesias. E.g. “Nuestra Señora de Debajo de la Tierra” (Notre Dame de Sous Terre), la Virgen Negra en la cripta de la Catedral de Chartres, cuyo título podría ser traducido más poéticamente, y quizás de forma más apropiada, como “Nuestra Señora del Inframundo”. Mont-Saint-Michel, que fue un lugar de enterramiento en tiempos pre-Cristianos, también alberga una Señora del Inframundo. Ambas Madonnas eran veneradas originariamente en cuevas, reminiscencia del reino de los muertos bajo la tierra.
Los Católicos generalmente se apoyan mucho en la Virgen María (sea blanca o negra) ante la muerte. Su oración más famosa, el Ave María, termina con: “ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte”. Este es el mantra que es repetido una y otra vez cuando se reza el rosario. Durante siglos el rosario fue la práctica de oración marca del Catolicismo. Con las modernizaciones de los años 1960 casi desapareció de la vida Católica, excepto a la hora de la muerte. Antes, durante y después de la muerte, hasta hoy en día, los Católicos rezan el rosario por sus seres queridos.
También hasta hoy en día podemos encontrar estatuas, iglesias, incluso confraternidades nombradas bajo el título de Nuestra Señora de la Buena Muerte. La Asociación Polaca de Nuestra Señora de la Buena Muerte mantiene un boletín y una página web en varios idiomas (en la que cada traducción añade un sabor ligeramente diferente). Su objetivo es ayudar a todo el mundo a obtener una buena muerte. Para este fin recomiendan dar la espalda al pecado, permanecer en la gracia de Dios, a menudo dirigiendo los pensamientos hacia la eternidad, y tener devoción a “Nuestra Señora de los Siete Dolores bajo el título especial de Nuestra Señora de la Buena Muerte”. De este modo uno debería estar siempre preparado para morir, afirman, (www.apostolstwo.pl).
En el Brasil del siglo XIX una Confraternidad de Nuestra Señora de la Buena Muerte, formada por esclavos Africanos, fue de ayuda en la sintetización de las tradiciones Africanas y Católicas en lo que vino a llamarse como “Candomble”. Y todavía existe una Confraternidad de Mujeres Negras de Nuestra Señora de la Buena Muerte en Cachoeira, Brasil, que son responsables de la supervivencia del folclore local. (Véase: www.melchior.melchior/melchior.nsf y www.adepba.fr/doc_word/guyane_BAHIA.rtf )
Explicaciones Psicológicas
Una explicación psicológica para la Madonna oscura es que es una variable misteriosa (como la x en álgebra). Como tal, nos permite proteger nuestras fantasías, heridas y necesidades con ella. Una vez ofrecidas a ella,ella puede sanarlas y después llevarnos a una integridad mayor.
Para aquellos de nosotros, gente blanca, que se siente herido por madres humanas imperfectas, resulta de ayuda verse confrontado con una imagen de madre que es llamativamente diferente de aquélla a la que estamos acostumbrados. Esto nos permite reenmarcar nuestra imagen de maternidad, desprendernos de normas y hábitos viejos y abrirnos a una nueva experiencia de maternidad, sin las molestias de la carga del pasado.
Cuando una persona blanca se presenta a una madre negra (lo que era ciertamente el caso en la Francia del siglo XII) es un empujón para desprenderse de ideales convencionales (e.g. blanco=belleza, bondad y poder). Es un paso hacia la libertad de todas nuestras nociones preconcebidas, grilletes y horizontes estrechos.
Desde luego para la gente morena y oscura el efecto sanador de las Madonnas oscuras y negras funciona de un modo diferente. No es la diferencia con ellos lo que resulta sanador, sino su similaridad. A través de ella el cielo expresa solidaridad, amor y cuidado por ellos, afirmando que no están excluidos de las gracias celestiales. Como la Virgen de Guadalupe dijo a Juan Diego “¿No estás tú bajo mi sombra y protección? ¿No soy yo una de tu clase?”
Para C.G. Jung y sus seguidores la Madonna Negra representa el arquetipo de lo femenino oscuro, lo que es inconsciente, impredecible y misterioso en los humanos y en la mente de Dios. Ella representa el terror existencial que uno tiene de enfrentarse con la “noche oscura del alma” (San Juan de la Cruz) para entrar en unión completa con Dios. Cedrus N. Monte (en www.cedrusmonte.org) llama a la Madonna Negra una “fuerza letal” para el ego. Y explica además que cuando el ego está herido mortalmente el yo auténtico nace a una nueva vida. Otra forma de “buena muerte”.
Brigitte Romankiewicz interpreta la oscuridad de la Madonna como una representación de un alma en completitud, con sus lados “luminoso” y “sombrío” en perfecto equilibrio. Los psicólogos insisten en que los humanos necesitan integrar sus tendencias oscuras si quieren estar sanos y completos. Necesitamos conocer y aceptar nuestros instintos básicos con compasión, pero no actuar según sus antojos. Sea cual sea el potencial positivo que puedan incluir debería ser apreciado y hacer uso de él de un modo constructivo.
Hay otros dos tipos de Madonnas que retratan la capacidad de la Virgen para conocer, abrazar y transcender la luz y la oscuridad. Una es Nuestra Señora de pie, descalza sobre una serpiente, sonriendo dulcemente. Ambos, la serpiente y la Señora están ilesas en su lugar adecuado. La sombra es controlada, domada, pero no destruida.
Brigitte Romankiewicz (Die Schwarze Madonna –La Virgen Negra-, pp.100-1) ve la misma idea expresada en imágenes de más o menos Madonnas luminosas sobre una luna oscura, que algunas veces tiene la imagen de una cara de mujer triste o seria. He aquí tres ejemplos: La Virgen de Guadalupe, la Madonna de Haslach en el Landesmuseum de Stuttgart, y la Madonna Negra de Marija Bistrica.
Las Madonnas de pie sobre una luna o mujer-luna empezaron a surgir a finales del siglo XIV. Historiadores de arte tradicionales interpretan este símbolo como señalando a Eva, la Madre Oscura arquetípica de la Cristiandad, quien supuestamente, hundió a la humanidad en el pecado.¿Cómo llegaron a fusionarse la luna y la primera mujer?. A través de muchos siglos la luna ha simbolizado el poder femenino para traer vida al cosmos. Desde el siglo VI A.E.C. aproximadamente, la diosa Greco-Romana Selene se hizo conocida como la “Madre de todo lo que vive” (Dorothea Forstner y Renate Becker, Lexikon christlicher Symbole,-Diccionario de símbolos cristianos- Marixverlag, Wiesbaden: 2007, p.356). Ese título recuerda el nombre de Eva, explicado en Génesis 3:20. “Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes”. Eva es la interpretación inglesa del nombre Hebreo Chawwah, que fue derivado de la palabra Hebrea chawah. “respirar, vivir”.
Así pues Eva es una figura que representa todo lo que es femenino en nuestro universo visto con ojos patriarcales: Ella es todas las mujeres que tienen el poder de traer la vida, pero que también están de alguna manera en la raíz de todo el mal y tienen que ser “mantenidas en su sitio”. Ella es también la luna femenina, que mide el tiempo y garantiza la fertilidad, pero recibe su luz del sol masculino.
Pero incluso fuera del patriarcado, las mujeres, tanto como los hombres, ambos tienen lados de luz y de sombra que son un reto para ser interpretados de una forma saludable. La Madonna de pie sobre una luna oscura (algunas veces con la cara de Eva) es una imagen de integración y completitud. Es la totalidad de la feminidad, con aspectos luminosos y oscuros en su lugar adecuado: la luz en la parte superior y lo oscuro bajo los propios pies, i.e., controlado. María, la “segunda Eva”, la primera mujer de la “nueva creación en Cristo” redime a la “primera Eva”, del mismo modo que Jesús, el “segundo Adán”, el primer hombre de la nueva creación, redime al “primer adán”. (Consultar Cor.15:45-49)
Nuestra Señora de Guadalupe es un retrato especialmente bien equilibrado de la integración de la luz y la oscuridad, la unión de los opuestos: hay una línea que baja a lo largo de su vestido y lo divide en dos partes, un lado con luz y un lado con sombra, está el sol irradiante de luz detrás suyo y la luna oscura debajo de ella, y está el ángel masculino bajo ella, soportando su propia feminidad.
Explicaciones Místicas
En el misticismo Cristiano la oscuridad representa los misterios divinos que están escondidos de la “luz de la razón” ordinaria. Esta tradición se remonta hasta la Biblia Hebrea. La historia más famosa sobre Dios encontrándose con nosotros en la oscuridad está en el libro del Éxodo. Dios se aparece al pueblo de Israel en el Monte Sinaí en una espesa nube oscura. Entonces pide a su profeta especial, Moisés, que suba y se encuentre con él, cara a cara, dentro de la nube “Entonces el pueblo estuvo a lo lejos, y Moisés se acercó a la oscuridad en la cual estaba Dios” (Ex. 20:21).
No menos importante es el relato de la primera Alianza de Dios con el pueblo de Israel en Génesis 15. Cuando Abraham quiere saber realmente de Dios, se le dice que lleve un sacrificio ante el Señor. El tiene que defender sus ofrendas frente a animales salvajes y esperar todo el día. Finalmente “Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él. “(versículo 12) Y en esa oscuridad Dios habló con él profusamente. “Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido…” (versículo 17),”…. hizo Jehová un pacto con Abram….”(versículo 18).
La nube oscura es mencionada de nuevo en 1Reyes 8:10-12, durante la dedicación del templo de Salomón: “Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová. Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová. Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad”.
Por tanto Dios se oculta en una nube de oscuridad y para experimentar a Dios directamente uno tiene que entrar en lo que un famoso libro medieval con el mismo título llama “la Nube de lo Desconocido”. El autor anónimo recomienda durante la oración o la meditación poner todo lo que has conocido desde siempre bajo una “nube del olvido”, para ser capaz de dirigir una nueva y completamente fresca mirada a tu universo.
“Casa Sagrada” de María en Loreto, donde reside una de las Madonnas negras más famosas. Foto Giorgio Filipini.
Poco después de la primera vez que me pidieron dar una charla sobre Madonnas negras pude ir a Loreto, Italia, ante la Madre negra en la oscuridad de su pequeña casa de ladrillo. Allí le pregunté directamente sobre el significado de su negrura. Escuchando con una mente abierta y vacía y con todo mi ser, sentí que mes estaba cubriendo con la oscuridad de su manto como en una oscura “nube de lo desconocido”. En esa oscuridad, más allá de las palabras, estuvimos en contacto. Ella no me dio ninguna palabra entonces, pero después me sentí segura de que ella revela sus secretos a aquellos que la aman. A aquellos que se atreven a entrar en la oscuridad de la “Nube de lo Desconocido” y la “noche oscura del alma” (San Juan de la Cruz) ella los atrae hacia sí, como un “agujero negro” atrae la materia, y allí, en esa oscuridad, les enseña. Es como estar en el vientre de Dios, sabes que estás nutrido y custodiado en la seguridad. Creces sin necesitar saber cómo. Siempre desde entonces, veo a las Madonnas Negras como un símbolo del vientre de Dios.
El Dr. Eben Alexander, autor de “Proof of Heaven” – La Prueba del Cielo- describe vívidamente su entrada en el vientre de Dios durante su experiencia cercana a la muerte. “Continué avanzando y me encontré entrando en un inmenso vacío, completamente oscuro, de tamaño infinito, pero a la vez infinitamente confortante. Siendo como era, completamente negro, rebosaba de luz: (….) Mi estado era, en verdad bastante extraño, semejante a un feto en una matriz. (….) En este caso, la “madre” era Dios, el Creador, la Fuente que es responsable de crear el universo y todo lo que hay en él. (….) era como si estuviese naciendo en un mundo más grande, y el universo mismo fuese como un vientre gigante” (Simon & Schuster Paperbacks, N.Y.: 2012, pp. 46-7).
En su libro “Revealing Heaven: the Christian Case for Near-Death Experiences”-Revelando el Cielo: El Caso Cristiano para Experiencias Cercanas a la Muerte- John Price usa las mismas palabras. Es decir, el cita a un ministro fundamentalista que habla de su experiencia cercana a la muerte: “Entré en lo que parecía como un vientre, que era oscuro, excepto que podía verse en la oscuridad (…) creo que entré en un vientre de algún tipo para ser sanado. Era como si mi disco duro fuese completamente borrado y volviese para tener que reaprender. (….). En el momento que desperté del coma, Sabía que había vivido una mentira que había herido a miles de personas” (Harper Collins Publishers, N.Y.: 2013, pp.140-141).
Otros símbolos de la divinidad de Madre María
1. La forma triangular de las Madonnas con corona y manto, reminiscencia del triángulo de la Diosa, el primer símbolo religioso de la humanidad. (Véase el artículo: “Mother Mary and the Goddess“.-Madre María y la Diosa-).
2. Ambos Jesús y María son retratados rutinariamente con ropas rojas y azules, donde el rojo simboliza su humanidad, su sacrificio de amor, y el azul su divinidad. El significado de los colores en iconografía puede cambiar con el curso de los siglos y también con las preferencias ‘individuales’ de interpretación. A pesar de ello, es ampliamente reconocido que el rojo y el azul simbolizan las dos naturalezas de Cristo -humana y divina- de las que participa la Madre de Dios.
3. La imagen de la Virgen de Guadalupe Mexicana, vestida de cielo (manto) y tierra(vestido), radiante con la luz del sol, y de pie sobre la luna.
4. La Medalla Milagrosa que representa a Jesús y a María como iguales e inseparables (ver la página de inicio).
5. La Virgen en el Apocalipsis 12:1 y en Roma, donde dijo en 1948 “Soy la Virgen del Apocalipsis” y “Soy la unidad de la trinidad divina, Hija del Padre, Madre del Hijo, y Esposa y Templo del Espíritu Santo”.
El Blanqueado de las Madonnas Negras
Hoy en día, más y más Madonnas Negras son blanqueadas durante las restauraciones. Algunos ejemplos en este índice son Chartres, Chatillon-sur-Seine, Cuxa, Err, Font-Romeu, Molompize, Prats-de-Mollo, Ronzière, Magdeburg, Custonaci, Milicia, Pescasseroli, Piazza Armerina, Nuria, y Olot. Yo supongo que para aquellos que creen que las Madonnas Negras son negras sólo debido al hollín de las velas y otras suciedades que se han acumulado sobre ellas a lo largo de los siglos, tiene algún sentido restaurarlas a su color blanco original, que a menudo aparece bajo las restauraciones. Pero incluso aunque la oscuridad de una estatua no tuviese significado espiritual aún quedaría el valor de la pátina, i.e. del oscurecimiento normal de los materiales a lo largo de los siglos. Cualquiera que trate con antigüedades sabe del valor de la pátina como signo de una edad honorable y no pensaría nunca en quitarla. ¿Por qué hacer entonces estos horribles lavados de cara a las estatuas de Madonna? Más aún, uno podría esperar que los que están a cargo de las restauraciones consultarían con historiadores del arte. Y uno podría esperar además que los historiadores de arte supiesen que “Madonna Negra” es un título Católico específico otorgado a ciertos, pero no todos, estatuas e iconos. Como se ha discutido más arriba, este título apunta a una historia mucho más profunda que una mera capa de hollín, suciedad y pátina. Es una tradición única de los Católicos, una de la que deberían estar orgullosos, no blanquearla.
Desde luego que las estatuas antiguas de madera necesitan restauración. Nuestra Señora la Negra de St. Guiraud es un buen ejemplo de lo que ocurre cuando una estatua no se renueva nunca. Uno apenas puede distinguir que se trate de una Madonna. Sin embargo, las renovaciones pueden conservar la oscuridad. La Madonna Negra de Einsiedeln es un ejemplo. La estatua fue dañada malamente cuando las tropas Revolucionarias Francesas ocuparon Suiza y tuvo que pasar a esconderse durante un año. Para su vuelta, en 1799, fue restaurada, no a su negrura, que la gente había venerado durante siglos, sino a su blancura original. Esto causó un revuelo tal en la población que el restaurador tuvo que oscurecerla de nuevo. Él intentó un compromiso entre la piel oscura y algo de color en los ojos, mejillas y labios, pero la gente no estuvo contenta hasta que pintó toda la cara negra como la pez, como había sido siempre. ¡Ese es el espíritu!
Algunas veces, las restauraciones de Madonnas Negras son una espada de doble filo: por un lado disminuyen el poder de la estatua para muchos de nosotros. Por otro lado pueden traer a la luz algunos otros aspectos del original que habían sido tapados. E.g. en Custonaci, Sicilia, las ofrendas de trigo originales, tan relacionadas con el antiguo culto de Demetra en esa isla, fueron revelados. En Chartres fue el manto rojo y azul, símbolo de sus naturalezas humana y divina, o su pasión (en ambos sentidos mundanos) y su glorificación. Para más detalles, véase el subapartado precedente “Otros símbolos que corroboran la interpretación de la oscuridad de Madre María como su divinidad” y mi artículo “Mother Mary and Mary Magdalene”-Madre María y María Magdalena, subapartado ““Goddess of Love””-Diosa de Amor-.
Yo creo que una de las razones para todo ese blanqueado de Madonnas Negras es que la Iglesia Católica tiene un problema con que tantos no-Cristianos entren en sus santuarios sagrados adorando Madonnas Negras como la Diosa, difundiendo la opinión de que ella no es realmente tanto la Madre de Cristo como una diosa pre-Cristiana disfrazada. Quizás están intentando desalentar peregrinajes “Paganos” a santuarios Cristianos y están usando la corrección científica como una excusa. Puedo entender que un cura Católico se sienta incómodo cuando un grupo de tipos de la nueva era aparecen con péndulos haciendo quién sabe qué en la cripta de su catedral. Sin embargo, bien podría rezar que la Madre de Cristo convierta a esos Paganos que han sido atraídos hacia ella, más que disuadirlos de entrar a una iglesia. Podría entablar con ellos un diálogo interreligioso que enriquecería a ambas partes y contribuiría a la paz entre las religiones. Eso es lo que pasaría en un mundo perfecto – no en la clase de mundo en el que vivimos, pero uno puede esforzarse por ello.
*Prof. Jesús Ángel Gomollón Garcia enseña ingenieria en la universidad de La Coruña, cerca de Santiago de Compostella, España.Interfaithmary en Español